Por: Ydallys Y. Gándara
«Estuve en la cama sin derecho a moverme, mi esposo me acompañaba, las contracciones se ponían más intensas cada vez…»
Por: Ydallys Y. Gándara
«Estuve en la cama sin derecho a moverme, mi esposo me acompañaba, las contracciones se ponían más intensas cada vez…»
Por: Jovanna Vélez
«…mi miedo a otra cesárea era más grande que el miedo a parirlo de nalgas…»
Por: Raiza Hernández
«Empieza el corre y corre y en menos de una hora ya mi bebé había nacido. ¡Bella, hermosa!»
Por: Wilma Almonte
“estas haciendo esto por capricho”, “parir en la casa o fuera del hospital es un lujo”, “No cuentas con los recursos para lograr eso que quieres y tienes que entender que uno pare de acuerdo a sus posibilidades”.
Por: Lisandra Ramos
«Así que también dancé en el agua, movía mi cuerpo de un lado al otro, mi doula me sostenía y mi esposo estaba frente a mi esperando a nuestra niña.»
Por: Natalia Dávila
«Cada vez que sentía una contraccion decía: «ya viene la sangre», y así mismo fue. Decidieron no esperar más y me llevan al quirófano, yo angustiada, llorando, sin mi familia..»
Por: Gina G. Dacosta.
«Los pujos llegaron solos… que sensación. Era increíble la urgencia de pujar, en un momento sentía que se me iba a salir las entrañas de tanta fuerza que hice…»
Por: Alicia Díaz
«…me estaba conectando con la primera mujer que parió, con la segunda, con las demás, con todas, con mi abuela, con mi madre.»
Por: Aila Cintrón
«Recuerdo a mi esposo. No creo que se haya despegado de mí ni un solo instante. Recuerdo sus tiernas palabras en el oído, sus ‘Te Amo’.»