El parto de Ian

Foto: Heidy Norel
Frames Modern Photography

Por: Aila Cintrón

«Recuerdo a mi  esposo. No creo que se haya despegado de mí ni un solo instante. Recuerdo sus tiernas palabras en el oído, sus ‘Te Amo’.»

Desde el momento en que nos dijeron la posible fecha de parto, hubo complicidad. Mi esposo sabía que era cerca de la fecha de su cumpleaños y que mejor regalo que el nacimiento de su hijo. Desde un principio lo deseó y se lo dejó saber. Yo no pensé que fuera a suceder pero  mi bebe nació un 12 de junio, la misma fecha en que su papa nació.

Llegue al hospital con las contracciones cada 5 minutos. Esperando en sala de parto mis contracciones dejaron de ser regulares y pasaron a ser esporádicas. Estaba en 5 centímetros, pero estaba tranquila, sabía que por ser mi tercer bebe mi parto no sería prolongado. Mi parto fue planificado, mi doctor sabía que deseaba que fuera todo al natural, que deseaba poder caminar, no episiotomía, ningún medicamento para evitar el dolor, que permitiera que el cordón umbilical latir, que conmigo estarían mi esposo, mis hijos, mi doula y la fotografa. ¿La fotografa? Si, era la primera vez que el escuchaba sobre esto, pero accedió.

Preparamos a los niños, queríamos que supieran de antemano qué sucedería allí. No queríamos que de ninguna manera fuera un momento traumático para ellos por lo que allí verían. Muchos no estuvieron de acuerdo, pero para nosotros era importante compartir con ellos la llegada de su hermanito. Ellos estaban muy emocionados y no pudimos haber tomado una mejor decisión. Tenerlos conmigo me ayudó tanto. Ellos me ayudaron a no perder el control creo que no dejé de cuidarlos mientras se intensificaba  cada vez mi trabajo de parto. Yo no quería que se asustaran, que pensaran que algo andaba mal. Ellos me acariciaban, me besaban, se portaron tan bien, parecía que ya habían vivido esto antes.

Recuerdo a mi  esposo. No creo que se haya despegado de mí ni un solo instante. Recuerdo sus tiernas palabras en el oído, sus «Te Amo». Luego de 4 horas de intenso trabajo de parto, sentí unas intensas ganas de pujar. No sabía que tendría a mi bebe en los próximos minutos en mis brazos. Aun recuerdo esos últimos momentos donde mi cuerpo respondió con tanta naturalidad. Mi cuerpo automáticamente pujaba, no lo podía controlar. Sentí como se abría paso y al nacer, un gran alivio.

Foto: Heidy Norel
Frames Modern Photography

Ian, nació muy rápido. Enseguida fue puesto en mi pecho y a los pocos minutos se pego a mi pecho. Estaba tan alerta, tenía sus ojitos bien abiertos. No podía creer que por fin tuviera a mi bebé en mis brazos, mis hijos lo miraban entre asombro y alegría. Y mi esposo… estaba muy feliz, cualquiera lo podía notar, sucedió lo que por tantos meses había deseado, el más hermoso regalo que se pueda recibir, un hijo.

Las historias de nacimiento publicadas en Historias de Parto, no son de la autoría de ninguna de sus fundadoras (Adamarys Feliciano, Yarilis García o Heidy Norel). La edición a los escritos es parcial y responde únicamente a asuntos de lenguaje.

4 pensamientos en “El parto de Ian

  1. Excelente!!! Sería buenísimo que publicaran los datos del doctor, así cuando me toque ya sabré en quien consultar. No es común que un obstetra permita que la mujer sea la que tome las decisiones del parto.

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