Dos nacimientos, una historia / Parte II

Por: Ydallys Y Gándara

«…una hora más tarde le digo a mi esposo “yo creo que son contracciones” y sí,   eran contracciones, ¡me puse tan feliz ! ¡Mi cuerpo estaba trabajando! »

Primera parte del relato aquí. 

Para julio de 2011 me entero que estoy embarazada nuevamente.  Desde ese momento le puse todo este proceso en las manos a Dios y le dije a Dios que quería que Él pusiera las personas adecuadas para estar junto a mí y así lo hizo.

Les confieso que fui con la mentalidad que me iban a dar fecha para otra cesárea, aunque ya había leído sobre parto después de cesáreas (VBAC) pero lamentablemente en P.R. no es la orden del día o al menos así te lo hacen creer.

Para mi sorpresa en mi primera cita mi doctora me ofreció el VBAC, eso despertó un sin número de emociones en mí, frustración, alegría y a la vez inseguridad. Luego mi amiguita Ivelisse me hizo  un acercamiento (siempre le voy a estar agradecida) y me habló de quien fue su doula y me explicó en consistía su función,  porque en aquel momento,  yo desconocía.

Yo no lo pensé dos veces y me dije: “este es mi momento, es ahora o nunca, esta vez si me voy a educar y voy a PARIR”.  Rápido contacté a ese ser maravilloso ser que Dios me puso por doula,  su nombre es Yari.  Me eduqué muchísimo, seguía las instrucciones que me daba Yari al pie de la letra, ella me brindaba paz y seguridad, siempre creyó en mí.

Preparé mi plan de parto lo discutí con mi doctora y le dejé saber que mi esposo y Yari estarían conmigo en todo momento. Este proceso era una batalla mental más que nada, la cicatriz en mi útero no era tan significativa como la cicatriz mental, esa incertidumbre  de saber si todo fluirá como tanto deseaba; ésta era la oportunidad de sanar.

Mi fecha probable de parto era para marzo 15 de 2012. Llegó el día de mi «due-date» cumplí mis 40 semanas ( sabía que tenía hasta las 42 semanas y eso no era negociable). Desde  ese momento mi único temor era que llegara a las 42 semanas y mi cuerpo no trabajara y tuvieran que inducirme, pero aun así seguía confiando porque sabía que me quedaban 2 semanas más para que mi cuerpo y mi bebé hicieran su trabajo. Esta vez sería mi bebé el que iba a decidir cuándo nacer, no un doctor, y esta vez sería 100% natural.

El lunes 19 de marzo como a las 8:30pm comencé a sentir un dolor que iba y venía no sabía si eran ganas de ir al baño o que era, como una hora más tarde le digo a mi esposo “yo creo que son contracciones” y sí,   eran contracciones, ¡me puse tan feliz ! ¡Mi cuerpo estaba trabajando! De inmediato  le escribí a Yari, ella me dijo que me diera un baño y descansara que mi cuerpo se estaba preparando para el maratón que le esperaba. A las 11:30pm no podía dormir las contracciones no me lo permitían. Me mantuve en comunicación con Yari, ella me decía que descansara pero no podía pues ya las contracciones eran muy frecuentes. Seguimos esperando que las contracciones se esparcieran,  pero nunca pasó.

Mi esposo estaba pendiente de mí pero yo prefería que descansara. A las 8am le pedí que llevara a mi nene al colegio ya mi doula venía de camino; en ese instante voy a orinar y siento al q hizo plah! Y siento un chorro de sangre bien roja bajar de cantazo eso me preocupo pero seguí enfocada en el proceso. Me di un baño, mi esposo me trajo uvas verdes y agua, él quería que comiera pero lo único que me apetecía era eso. Yari llegó y comenzó a darme masajes, contrapresiones, me sentaba en la bola de yoga, no quería ni caminar ni bailar, me gustaba estar sentada en un sofá pues  ahí encontraba comodidad. El proceso fue más intenso cada vez pero estaba enfocada. Yari siempre me decía la palabra que necesitaba oír en el momento oportuno. Ella me decía “hoy vas a conocer a tu bebé Yasser, no mañana, sino hoy 20 de marzo” eso me brindaba coraje para seguir de frente al proceso. Estaba muy clara de lo que yo quería.

Ya a la 1:00pm mi doula me dice que ya nos podíamos ir para el hospital. Llegamos al hospital y caminé desde el estacionamiento hasta el consultorio de mi doctora que quedaba justo frente a sala de partos, la doctora me pasa y me hace un chequeo para mi sorpresa ya estaba en 8cm, me emocioné tanto, no lo podía creer todo estaba saliendo súper, esa era la idea llegar adelantada al hospital para no pasar incomodidades. Inmediatamente la doctora me envía para sala de partos me montan en una silla de ruedas (que ironía tan cerca que quedaba la sala de partos y después de haber caminado del estacionamiento hasta el tercer piso jajaja) tan pronto me sacan miro a mi esposo y a Yari y les digo estoy en 8cm ellos se emocionaron igual que yo lo pude ver en sus rostros).

Tan pronto entro a la sala de partos dejan a mi esposo y doula fuera para que hicieran la admisión  y compraran batas, me dio algo de coraje y le dije a la enfermera “ellos van a entrar conmigo desde el primer momento” y la enfermera se puso media altanera diciendo que no podían ahora y yo me transformé y le dije “ la ley 156 dice que yo tengo derecho a acompañamiento en todo momento durante el proceso de parto así que los quiero rápido conmigo” ella bajo y me dice no te preocupes mamá que tan pronto suban con las batas y la admisión entran y así fue y de hecho esa enfermera no volvió a molestar. Cuando veo las bandejas que están preparando les dije que todo mi proceso era 100% natural sin nada de medicamentos que no me pusieran nada que mi doctora tenía conocimiento de mi plan de parto.  La doctora entra a realizarme otro pélvico y le saqué la mano y le dije que no, ella me dijo que necesitaba verificar si bebé estaba bajando y yo no la dejaba;  volví y le saqué  la mano ( jajaja). Ella puso carácter y me dijo: «Ydallys necesito verificar a bebé». Yo le dije:  «Pues no se le ocurra hacer stripping ni romper membranas». Ella lo sabía de antemano,  pero esa fue mi reacción. Lo recuerdo ahora y me da risa. Al fin logra revisarme y ya estaba en 10cm.  Ahí  llega Yari y me dejan sola con ella y a los pocos minutos entra mi esposo.  Comenzaron a mimarme, yo me moví las correas para moverme, en eso llega una enfermera y me pregunta que por qué me las había movido y le expliqué  que necesitaba moverme y que las correas no me lo permitía. Entonces, ella eliminó la correa de las contracciones y  la correa de los latidos de bebé me la puso sueltecita para que no me molestara y fue perfecto.

Paso como una hora y mi doctora entro a verificar nuevamente y me dijo “haz como las indias muévete, ponte de cuclillas” para ayudar a que bebé bajara mas, se fue y me dejaron en privacidad con las personas que había elegido para que estuvieran allí y como deseaba con la luz apagada y con olorcito rico en la habitación.

Ya faltaban pocos minutos para las cuatro de la tarde mi doctora llega nuevamente cuando me chequea me dijo que ya bebé estaba ahí, me explicó que iba a romper membranas, tan pronto lo hizo comencé a pujar, el pujo fue intenso ahí sí que pensé que no lo lograba y dije: “Ay no puedooo” y mi doctora me dijo: “claro que tu puedes si tienes una buena pelvis” en ese instante me transporté 7 años atrás cuando el doctor me había dicho que no podía parir porque mi bebé era muy grande para mí. Mi esposo por otro lado me decía: “dale mami que ya vi la cabecita del bebé y tiene mucho pelo” jajaja estaba culeco; y por otra parte Yari mi querida doula me decía: “Ahora no lo vas a hacer por ti sino por tu bebé que en un momento lo vas a conocer”; Esas palabras me llenaron de valor para pujar más fuerte a mi bebé. Dos pujos más y coroné lo sentí como siempre me lo habían explicado “el aro de fuego”. Un pujo más y ahí nació mi hermoso bebé lleno de rosquitas. ¡Lo logré! No sabía si reír o llorar, sentía una mezcla de emociones.

Inmediatamente lo colocaron encima de mí con todo y su cordón umbilical, mi esposo cortó el mismo, ese primer contacto con mi bebé fue hermoso, mis manos llenas de la sangre que lo rodeaba, olía tan rico, el verlo tan alerta, tocarlo y besarlo. No lo podía creer pero allí estaba viviéndolo. Entre Yari y mi esposo me rompieron bata para q yo me pudiera amamantar a mi bebé, él se pegó como un general a su teta, no la soltaba jiji!

Mi hermoso Yasser Gabriel nació el 20 de marzo de 2012 a las 4:17pm, pesó 8 lbs. 13 oz., midió 22 pulgs. su cabecita y pecho midieron 14 pulgs.

Yasser escogió cuando llegar a este mundo, el escogió el momento en que iba a nacer, no un doctor.  Lo único que puedo lamentar es no haber tenido el mismo coraje y la misma educación siete años atrás, porque de seguro la historia hubiese sido otra. Una vez un doctor dijo que yo no podía parir porque mi bebé era grande y parí uno más grande todavía. Ese 20 de marzo de 2012 corroboré lo que ya yo sabía y tenía bien claro: ¡YO PODIA PARIR!

“Dios me creó para gestar, parir y amamantar, a Él sea toda la gloria, Amén”

13 pensamientos en “Dos nacimientos, una historia / Parte II

  1. Hola, estoy embarazada de mi segundo bb y el primero también fue una crearía innecesaria y al igual q tu historia quierotener un chavos, pero temo mucho q no lo pueda lograr, x esto d q aquí en PR los médicos no lo apoyan….t agradecería cualquier información me puedas proveer sobre el proveedor y la dogma q conseguisteis para ver si logro q mi ver llegue al mundo de forma natural…..tu historia ha sido muy inspirador para mi ya estaba perdiendo las esperanzas….gracias!

  2. pienso como tu que ignorante fuy pero gracias a Dios te recuperastes y te adue~astes de tu parto te felicito grande mente hermosa historia milbendiciones para ti

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