Mi primera bendición: Jafet Omil

Por: Yolimar Miranda

«Mi OB me dijo: » Tienes que ir el viernes  a las 5:00 am al hospital sin comer nada desde las 10:00pm del día anterior. Se te va a inducir el parto».  Yo le pregunté pero la razón, pues  todavía no era tiempo. Y el me contestó: «Pero ya el bebé puede nacer.»

El 26 de marzo de 2009 confirmé mediante pruebas de sangre que sería  mamá. Wao nunca imagine la mezcla de sentimientos que sentí al enterarme de la noticia.

Sin esperar mucho, voy a mi primera cita con un OB recomendado por una amiga.  Super emocionada me hago todos los análisis que me había mandado.  Vuelvo a la segunda cita pero esta vez no salgo emocionada, pues con tan sólo dos meses y medios de embarazo mi obstetra me indica que iba a ser cesárea sin ninguna razón.  Desesperada empecé a buscar otro OB y la encontré.

Pasaron los meses y todo normal. Citas mensuales, solo 2 sonogramas para ver el bebé, busque permisos para que mi esposo pudiera estar en el parto, me sentía feliz viviendo cada movimiento y patadita de mi hermoso varón.  Pasé mi embarazo esperando que llegara el 2 de diciembre que era la fecha de las 40 semanas.

Llega mi cita semanal de las 38 semanas y me hacen un examen pélvico y nada aún. Pensando que me iban a decir te veo la semana próxima, mi OB me dijo: » Tienes que ir el viernes  a las 5:00 am al hospital sin comer nada desde las 10:00pm del día anterior. Se te va a inducir el parto».  Yo le pregunté pero la razón, pues  todavía no era tiempo. Y el me contestó: «Pero ya el bebé puede nacer.»

Asustada y molesta me fui de la oficina.  Llamé a mi esposo y a mi madre y me dijeron tranquila nosotros vamos a estar contigo, iremos mañana para el hospital y todo va a estar bien.

El viernes 20 de noviembre  de 2009, a las  5:10am, entro a sala de partos, lleno los papeles y me dan el número 8. Mamá tienes que esperar en la sala de afuera porque ya adentro está lleno. Lo que nunca imagine era que para ese mismo día había 28 mujeres citadas para inducirle el parto. O sea yo era la número 26 y ¿por qué razón?, pues claro se acercaba el día de Acción de Gracias.

Eran las 12 del medio día y ni me habían llamado para pasar por lo menos al cuarto donde hacen la inducción. Molesta y con hambre me salí de la sala de espera, donde no dejaban ni entrar a los familiares, y le dije a mi madre que quería comer.  Fueron y me compraron algo y me tuve que ir lejos de la puerta de la sala de espera porque si me veían me regañaban porque no podía comer.  A las 4:00pm una de las compañeras que esperaba igual que yo se mareó.  Sus familiares le fueron a dar algo de comer y una enfermara salió rápido y les dijo que no porque no se sabía si le iban hacerse cesárea (ya saben porque me tuve que alejar en la hora de almuerzo). A las  8:00pm furiosa entro a la sala de partos y le indicó a la enfermara que me iba que yo tenía mucha hambre y que no tenía nada de dolor como para parir ese día.  Ella me indica: deja que la doctora te chequee para que te puedas ir.  A los 10 minutos me llama la doctora y me hace un pélvico y me dijo: «mamá estas en dos centímetros ven mañana a las 9:00 am sin comer nada».  Y yo en mi mente:  «si mija, espérame».  Al salir del hospital comí, me di un baño y le dije a mi esposo y a mi madre no se preocuparan que yo iría  al hospital cuando me tuviera dolores.

El domingo 23 de noviembre de 2009 empecé  a sentir un leve dolor pero me quedé tranquila. Luego de dos horas voy al baño y noto un flujo color marrón.  Como madre primeriza decido ir al hospital.  Llegué como a las 2:10 pm y la OB estaba dando las altas del viernes.  Cuando me ve me dice: «Me quede esperándote ayer y por lo que veo en el monitor si tienes contracciones, pero ya hoy no te puedo atender.  Te quedarás aquí hasta que yo venga mañana y te revise.»

Solamente dejaron pasar por un momento a mi esposo, mi madre y mi suegra y me dieron comida. Después de eso me quede sola.  Llegó el lunes y sin comer nada ni ver a nadie de mis familiares y ni tan siquiera poder caminar, mi OB aparece como a las 3:30pm me hace un pélvico y me dice que me había cerrado y mis contracciones se fueron.  En ese momento le dije bien molesta que me dejara caminar ya que no me iba hacer nada y me iba a dejar hasta el otro día porque ya era tarde para inducirme.  Otro día más que me quede sola y con una mala alimentación.

EL martes 24 de noviembre  de 2009 comencé  a sentir nuevamente las pequeñas contracciones.  A las 10:00am entra una enfermera al cuarto y me pone la pitocina. Quince  minutos más tarde entra la OB y me rompe fuente y me dice mamá el bebé está bien arriba vamos a ver si baja. Y yo le contesté que  aunque tuviera  que seguir esperando lo haría porque yo lo quería parir. Luego de tres horas con mucho dolor y sola, le pedí que me diera algo para el dolor porque no  aguantaba. Estando ya en la sala de partos, me  suministran el demerol y dejan pasar a mi esposo.

Después de 20 minutos  la doctora y me notifica que estoy en 6 centímetros, que cada vez que sintiera una contracción pujara para que ella pudiera empujar el útero hacia atrás.  Si,  literalmente ella fue la que  dilató lo que me faltaba.  Sé que en un momento le quise decir a mi esposo que me quitarán el suero y las correas que me sentía incómoda, pero el efecto del demerol era tan fuerte que hablaba incoherencias, y de hecho, el medicamento  nunca me quitó el dolor de las contracciones.

Mi bebé Jafet Omil nació a las  3:20pm. Después de tanto dolor, molestia  y una dolorosa episiotomía,  pesó 8.8 libras y midió 20 ½ pulgadas.

Foto: Suministrada

Si bien reconozco que los procedimientos a los que fui sometida,  responden a mi falta de educación,  ese día nació mi bebé y me convertí en una mujer completa. Logré parirlo, aunque  en momentos pensé que no sería posible.  Cuando lo tuve en brazos, me sentí como una mujer nueva y me emocioné mucho al ver ese angelito  en mis manos.  Sin duda, soy mucho más fuerte después de ese día. Hoy doy gracias a Dios por la vida de mi primogénito, quien ha logrado sacar de mi a la mejor persona que puedo ser: su mamá.

2 pensamientos en “Mi primera bendición: Jafet Omil

  1. Hola! Q hospital fue ese??, el
    Trato y los medicos es horrible, dejarte un dia asi esperando y sin comer, y despues decirte asi vete para tu casa, luego llegas con contracciones y te dicen no te puedo atender wao! Super mal! Gracias a Dios manejaste todo bien y diste a luz a tu bebe! Yo tengo 37 semanas, estoy en 1cm pero relax en casa esperando q sea el momento, tome mis clases de parto y se cuando tengo q ir al hosp para eso mismo evitar pasar horas esperando. Vamos a ver como me va! 🙂 felicidades por tu hermoso bebe!

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