Por: Laura Ortiz Bones
A las 12:30am me di cuenta de lo que estaba pasando y que mi tiempo había llegado. No levante a nadie. Me volví a meter a bañar y le hable a mi Sebastián. Le dije que su mamá estaba lista para cuando el decidiera llegar y que lo haríamos juntos.
Después de haber tenido una cesárea en 2009 comenzó con mi proceso de sanar. Comencé a leer sobre VBAC, aunque no planificaba tener un bebe por el momento sabía que esa era mi única opción, que esa era mi meta. Comencé a entrar a grupos de apoyo, a escuchar a otras mujeres que habían pasado por lo mismo que yo y vi que no estaba sola. En mi lista de amigos de facebook añadía a muchas doulas pues me encantaba leer sobre sus experiencias y ver los consejos que daban. A mediados de marzo de 2012 nos fuimos, mi esposo y yo de retiro de fin de semana. Ese domingo 18 de marzo, mientras íbamos de camino a casa de mis papas a recoger a Ian, le comente a mi esposo que tenia un atraso de 3 días (yo soy bien regular) y el entró a una farmacia a comprar una prueba. En cuanto llegamos a la casa de mis papas, no me dejo ni saludar y me llevo hasta el baño. Cuando salí con la prueba, la miramos juntos y vimos el positivo. Rápido les contamos a mis papas y empezamos a celebrar.
Sacamos la fecha y mi bebe nacería para Acción de Gracias. Al otro día, le escribí a Yari (Doula Bebe), pues quería mas información, mas que nada para mi esposo. Mientras le contaba le explique quien había sido mi doctor y ella me explico que ni el ni el hospital hacían ya VBAC y que por lo tanto tendría que cambiar si ese era mi plan. Aun así fui a la primera cita con ese mismo doctor un mes mas tarde a mis 8 semanas. Ahí vi a mi bebe. Esperaba que el me dijera algo diferente pero el solo me saco la fecha de mi próxima cesárea y me dijo que no realizaba VBAC, salí corriendo de allí. Mi esposo me peleó y me dijo que el doctor era el que sabía. Yo le dije que no que teníamos opciones. El decidió entonces apoyarme. Volví a escribirle a Yari y me hablo de las diferentes opciones. Deseaba tanto un parto en casa pero mi esposo no estaba de acuerdo por los riesgos, según el, que pudiésemos tener.
En Abril, fuimos a orientarnos con Ramón Pérez y salí maravillada con todo y lo más importante que papá había cambiado su forma de pensar. Lamentablemente no podíamos y llegamos a un grupo médico en Cayey. Para nosotros era perfecto, pues Cayey nos quedaba a 25 minutos de Guayama. En Mayo, fuimos a la primera cita con ellos, y dentro de sus recomendaciones para lograr mi VBAC, debía de coger clases de parto, conseguir una Doula, mantener un buen peso y tratar de ir a grupos de apoyo, para que lidiara con mis posibles miedos. Todo lo hacia al pie de la letra, íbamos a charlas y hasta al simposio de embarazadas en Agosto fui arrastrando a mi esposo. Escuché cada conferencia, pero la que mas tenia importancia para mi era la de la Doula. Aun así no tenia una todavía. Pensaba que era muy costoso, pero en el simposio vi que no y así en Septiembre y a mis 31 semanas contacte a Adamarys. Nos reunimos a los dos días y supe que era la indicada pues había pasado por ambos procesos y yo necesitaba alguien que me entendiera. Me hablo del Plan de Parto y me indicó que debía hacer uno pues tenia que llevárselo a los doctores. Así lo hice y se los entregue a ambos. Ambos médicos lo leyeron y lo firmaron y aunque no estaba del tanto segura que ellos estuvieran de acuerdo, continué con mis planes. Mientras, nos manteníamos en comunicación. Nos reunimos en casa y hablamos del plan que tenia, de mis miedos y que pasaría si tuviera que llegar a una cesárea necesaria. Me escuchaba, aclaraba mis dudas y sabia que decir cuando necesitaba escucharlo. Cada consejo lo seguía al pie de la letra sin decirles nada a mis doctores, pues entendía que no era adecuado, pues ellos no me daban tanta seguridad. Mi mayor miedo era que me subiera la presión y terminara nuevamente en cesárea. Mientras, seguía tomando mis clases con Yari y cada jueves salía mas apoderada de mi proceso aún cuando muchos no me apoyaban, lo importante era que mi esposo estaba tan informado como yo.
En Noviembre comencé con mis citas semanales y por mas que trataba de tranquilizarme las presiones salían altas y a las 38 semanas comenzó a salir proteína en mi orina. A las 39 semanas era Acción de Gracias y no quería por nada en el mundo que mi bebe saliera de su hornito antes de tiempo. Me hicieron análisis y seguía con proteína, me mandaron más análisis y una cita para ese próximo lunes. Ese lunes 26 y cumpliendo mis 40 semanas, volví a mi cita y seguía igual. Me enviaron nuevos análisis para volver el martes. Solo estaba en 2cm y ya había borrado. Comenzaba a pensar que mi cuerpo no me ayudaría, que pasaría al menos una semana mas en lo que dilataba mas. Cuando llegue el martes, la proteína seguía en positivo. El doctor me envió a Sala de Partos para inducirme el parto con un poco de Pitosina y así darme la oportunidad de parir. Yo accedí ya que era eso o una cesárea. Llame a Ada y ella llego al rato. Estuvimos toda la tarde hablando y riéndonos, escuche música y hasta uno que otro masajito en las piernas, pues con el suero no podía pararme a hacer los ejercicios. El doctor llegó en la noche y nos dijo que los resultados habían salido negativos, que me dejarían en observación y que al otro día continuarían con la inducción. Ese miércoles en cuanto llegamos a Sala de Partos algo no andaba bien; algo me decía que yo no debía estar allí pues había escuchado que los miércoles se hacen la mayoría de las inducciones e innecesareas. Cuando por fin llego el doctor me trato de hacer “stripping” a lo que yo me negué por completo. Me dijo que todo estaba perfecto conmigo y me hablo de romper fuente para acelerar las contracciones y si nada pasaba en 12 horas me haría una cesárea. En ese instante me llene de valor, y le pedí a mi esposo que pidiera que nos dieran de alta. Llenamos un relevo y nos fuimos del hospital. Me sentía tan tranquila y confiada, mientras todos a nuestro alrededor nos decían locos e irresponsables por habernos ido del hospital.
El jueves me levante temprano, me bañe y me arreglé el pelo, me pinte las uñas, mi mamá llego y limpiamos la casa, los baños, cocinamos y preparamos el cuarto de mi bebé. Había comenzado a botar el tapón mucoso y veía como mi cuerpo si podía funcionar tal y como lo aprendí en las clases. En la noche, hable con Ada sobre como estaban mis presiones. Estaba tranquila y me sentía más liviana que nunca. Acosté a Ian y nos acostamos a eso de las 11. Recuerdo que me levante unas 3 veces y cada vez que miraba el reloj habían pasado 10 minutos. A las 12:30am me di cuenta de lo que estaba pasando y que mi tiempo había llegado. No levante a nadie. Me volví a meter a bañar y le hable a mi Sebastián. Le dije que su mamá estaba lista para cuando el decidiera llegar y que lo haríamos juntos. Volví al cuarto y a eso de las 2 o 3am comencé a llamar a Ada pues las contracciones empezaron cada 7 minutos. Pensaba que las estaba tomando mal y creo que leí el folleto de las clases unas 10 veces pues decía que podían pasar horas hasta que las contracciones se intensificaran. A eso de las 8am, mi mamá llegó para atender a Ian mientras mis contracciones ya estaban cada 5-6 min. Logramos contactar a Ada. A las 10am recuerdo que mi mamá me dio un masaje y me dijo que me había quedado dormida y que hasta
había roncado. Aquí ya tenía contracciones cada 3-4 minutos¿Cómo era posible que estuviera tan rápido en ese punto? De pronto comencé a pujar, puje en la cama, en el pasillo, en la cocina y hasta con mi hijo al hombro. Me encomendé a la Virgen y fui al baño, puje y rompí la tapa. Mi esposo se puso tan nervioso, me agarró y me montó en el carro y nos fuimos a Cayey. Nos echamos unos 15 minutos máximo en llegar, con una patrulla siguiéndonos pues no nos paraban. Llegué, me llevaron a emergencia, me tomaron vitales y cuando mi otro doctor, que milagrosamente estaba saliendo me vio, me verificó y me dijo que estaba “full” y que no había roto fuente, que me subieran a sala de parto. Recuerdo haber mirado a Ada y decirle lo logre, dilaté! Subimos y me pasaron a la cama, no tenia fuerza en las piernas. Todos los enfermeros/as de emergencia subieron a ver y en cuestión de segundos y dos pujos salió mi bebe mientras rompía fuente.
A las 12:05 grite Lo Parí, Lo Parí!!! No podía creer que lo tenía conmigo y que lo había logrado. La cara de mi esposo valía un millón. Lo pude tocar, besar, lactar y él pudo cortar el cordón. Estuvimos con el unas dos horas hasta que nos pasaron al cuarto y a el se lo llevaron a hacerle las pruebas. Mi niño nació a las 40+4 semanas, pesó 7.6 y midió 21.5; y si lo PARÍ después de una cesárea.
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Que historia tan hermosa! Felicito tu valentia al irte del hospital… eso es lo que necesitamos, mas mujeres FUERTES de caracter! Bendiciones!
Wao!! que emocion, me encanta leer estas historias que comprueban el gran poder que tenemos las mujeres, yo tambien espero lograrlo, Felicitaciones!!
Te felicito!!
Yo tambien me paré de la camilla y seguí andando cuando me quisieron inducir.
Laurita….que mucho lloré….Dios los bendiga!!!!
Wow te felicito!!! Bonita historia….. Buscando info sobre Vbac encontré tu pagina y me encanto. Actualmente estoy en busca de un Dr obstetra aquí en Pr que me pueda brindar la oportunidad. Después de 8 anos que tuve una cesaría quisiera que sea un Vbac pero he llamado a mas de 50 y se niegan. No tuve complicaciones alguna porque la negación, me pregunto??? Si conoces a algún DR. recomendado favor escríbame agradecería cualquier ayudita.
Wow q emocion…hasta llore de leerlo…q hermoso…felicidades!!