Por: Yolymar Miranda
«Génesis Nahir nació en la camilla, sin ningún doctor presente. Si bien nos asustamos aquellos primeros segundos, hoy puedo ver que los testigos de su nacimiento fueron personas que la amaron desde el primer instante.»
Por: Yolymar Miranda
«Génesis Nahir nació en la camilla, sin ningún doctor presente. Si bien nos asustamos aquellos primeros segundos, hoy puedo ver que los testigos de su nacimiento fueron personas que la amaron desde el primer instante.»
Por: Keyra Couvertier
«Lloraba todo el tiempo desde ese día, un temor falso se apoderó de mí, mi esposo y mi doula me aconsejaban y yo en negación pensando en si esperaba 1 semana más o iba ese día.»
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Por: Elizabeth Aldea
«Los “efectos secundarios” de este camino fueron muchos, duros y difíciles. Fue un caminar de ocho años de sanar una herida más emocional que física y la sensación permanente (hasta ese momento) de ser una mala madre.»
«A la 1:00 pm llegamos al área de las embarazadas, me ponen las correas, me verifican ya estaba en 6 cm. Tenía dolor pero nada que no pudiera aguantar. Me rompen fuente y me ponen la famosa “pitocina”. El dolor comenzó peor, fuera de lo normal. Dejaron pasar a mi esposo. Yo me quejaba de dolor, me dijeron que dejara de quejarme, que era primeriza y que iba a parir por la noche.»
«Cuando escuche la palabra inducir, me temblaron las piernas y mi rostro se transformó.
Me parecía estar escuchando a la doula diciéndome, ¡Dile que nooooooo! Pero primeriza
al fin es cuando te invaden mil dudas y preguntas en tu mente. Pensaba bueno ella es la profesional, ella es la que sabe, y si le pasa algo malo a mi bebé y si termino en cesárea por no poderla parir.»
Por: Yolimar Miranda
«Mi OB me dijo: » Tienes que ir el viernes a las 5:00 am al hospital sin comer nada desde las 10:00pm del día anterior. Se te va a inducir el parto». Yo le pregunté pero la razón, pues todavía no era tiempo. Y el me contestó: «Pero ya el bebé puede nacer.»
Por: Heidi Hernández
Ese día comprendí la grandeza de Dios. Aprendí a amar, respetar y valorizar mucho más a dos mujere: A mi madre y a mí.
Por: Yanira González «A eso de las 6:30am llegó mi doctor , quien al revisarme se percata de que ya tenía 7cm de dilatación. ¡ Wao! ¡Y sin haber hecho nada más que respirar y aguantar ese necesario dolor fisiológico … Sigue leyendo
Por: Keysha Couvertier
«El doctor (que es bien grande) se trepó literalmente encima de mi y me empujaba la barriga con todas sus fuerzas y su cuerpo hacia abajo. Demás está decir lo doloroso que era. Yo lo intentaba sacar pero aun así él volvía y lo hacía con más fuerza. «
» Los demás pensaban que estaba loca y que era una terca. Recuerdo mi madre que me repetía una y otra vez que no todas las mujeres podían parir y que no podía encapricharme con algo que no podría lograr.»
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