Por: Jaslyn Sánchez
«Para mi sorpresa, todo pasó rápido. Las contracciones intensificaron una hora después de de haber roto fuente. Mi partera y mi doula me mimaron todo el tiempo mientras se preparaba todo. Mi esposo no se separo de mí, bailamos, escuchamos música, mientras en el aire se esparcía la paz y tranquilidad que tanto deseaba…»