Por: Lizvette Figueroa
«El me respondió y mirándome a los ojos y sujetando mi mano, me dijo estas palabras jamás las olvidaré: ‘Yo confio en ti y creo en ti, tu fuiste creada perfecta para parir y traer esta niña al mundo, pero jamás permitiría que tu y tu niña estén en riesgo.Vamos a esperar, regreso al mediodía y entonces tomaremos una decisión’ ”