Por: Elizabeth Aldea
“Los “efectos secundarios” de este camino fueron muchos, duros y difíciles. Fue un caminar de ocho años de sanar una herida más emocional que física y la sensación permanente (hasta ese momento) de ser una mala madre.”
Por: Elizabeth Aldea
“Los “efectos secundarios” de este camino fueron muchos, duros y difíciles. Fue un caminar de ocho años de sanar una herida más emocional que física y la sensación permanente (hasta ese momento) de ser una mala madre.”