Por Yajhayra Santiago Martínez
«Aún en la guagua de camino al hospital , le hablaba a Ana y le decía: «vírate Ana, vírate! » guardando siempre esa esperanza en mi corazón hasta el último momento. Si llegaba al hospital y ella no se viraba, la cesárea iba segura.»
Quedé embarazada por segunda ocasión, para mi semana 18 de embarazo las pruebas del Síndrome Down salieron positivas. Al hacerme un estudio profundo con un perinatologo salió que todo estaba bien Gracias a Dios! Luego a mi semana 20 de embarazo resulta que tengo placenta previa, jamás salió de mi boca la expresión: » ¿algo más Señor?» … luego de otro estudio profundo la placenta migró a su lugar. Yo pensaba que ahora si, todo iba a fluir normal con mi embarazo. Con tantas ocupaciones en el principio, ya no quería que nada mas sucediera. Para mi sorpresa la aventura apenas comenzaba… Le llamé: «Una nueva Jornada para mi FE…Dios haz tu voluntad»….
Todo comenzó este gran fin de semana en el cual mi bebé, Esteban Daniel se enfermó con infección de garganta. Esa noche del domingo antes de mi cita fué una desesperante y angustiante. Esteban estaba empezando a sentir el dolor de garganta y se pasó toda esa noche llorando. Esa misma noche yo sentía tambien a AnaVictoria muy tensa en mi barriga. Asumo que era por el llanto de su hermanito. Mientras dormíamos sentí una molestia fuerte en mi vientre. Sentí como un jamaqueo fuertísimo, aún así seguí durmiendo. Al día siguiente fué mi cita de seguimiento. Cuando el Dr. me hace el sonograma de rutina no encontró la cabeza donde se supone q estuviera. Cuando verifica bien resulta que Ana Victoria se sentó!! A las 34 semanas!!! El Dr me dice: «Esta sentada, si no se vira a la semana 39 te hago cesárea! » y yo: «Queee??? No Doctor!! Ella se va a virar!» y el me dice: «Pues vamos a orar que se vire, y si no ya sabes» … Wow! Ni tan siquiera me orientó de que existen opciones para ayudar a los bebés a que se posicionen. En cada cita que iba era lo mismo! La misma sentencia y sin ninguna solución. Sólo cesárea. Me sentía super frustrada, mi anhelo como toda madre era tener un parto completamente natural y sin riesgos! La idea de cesárea para mi era aterradora. soy alérgica a las anestesias y a muchos medicamentos. Se apoderaba de mi la incertidumbre… En mi intimidad con el Señor me sinceraba diciéndole, que tenía miedo de morirme con una anestecia de esas, no podía evitar sentirme así! De Su parte en todo momento Él me consolaba con Su Paz.
Cada lunes en la iglesia oran por las embarazadas y cuando oraban por mi y por Ana Victoria era un refrigerio. Pasaban cosas tan bellas, tan poderosas!! La unción de Dios nos llenaba a ambas!! Todos los que estaban alli siempre pendientes a Ana. Cada lunes deseosos de saber si la nena se había posicionado, pero no era así. Con mas fuerza orabamos y le hablábamos! Recuerdo que en una ocasión que un matrimonio que oró por Ana le dijo, «Tu vienes de pies Ana, porque desde ya tu conoces tu propósito, y ya vienes parada en la roca que es Jesucristo tu Señor! Pero el proceso natural creado por Dios es que todo bebé nace de cabeza. Asi que en el nombre de Jesús en tu tiempo te vas a virar» Esas palabras jamás se me olvidaron. A parte de tener esos tiempos de oración cada lunes, yo tenía obviamente los míos! Y le decía a Dios tantas cosas! Que me concediera el milagro de que Ana se virara! Esa era mi oración, y con fe lo creía.
Yo hice mi parte, me orienté, busqué información, leí mucho, hice ejercicios y lo mas importante, le hablaba a Ana Victoria en todo momento. Los momentos en que tomaba mi baño eran intensos, era en esos momentos en que intimaba con mi hija. Le decía que se tenía que voltear, mamá respetaba su momento pero que por favor que se virara ya que no quería que nada interrumpiera ese momento al nacer que era solo de nosotras. Hasta detalles le di de como quería que fuera su nacimiento. Quería que fuera hermoso, rapidito, que enseguida que la diera a luz la quería sentir en mi pecho, quería que sintiera mi corazón latiendo de amor por ella. La quería lactar en ese mismo momento como fué con su hermano. No quería que por culpa de los medicamentos de la cesárea ella estuviese medicada y yo también. Le decía que ella tenía derecho a un nacimiento respetado y natual. Tenía hasta notitas con declaraciones escritas por la casa. No les miento, es agotador pues habían momentos en que me embargaba la incertidumbre. No podía creer q una cosa asi me estaba pasando.
Este embarazo fue tan espiritual. A parte de todo lo que estabamos pasando, Dios estuvo envuelto en todo momento. Si no hubise sido así no hubiese tenido la fuerza para sobrellevar el notición de que mi bebé venía de nalgas y que iba de cabeza a una cesárea. Bueno, hasta el nombre que me fué revelado en oración fue crucial para afirmar mi convicción de que Dios está conmigo en todo momento y que en este parto Él se iba a glorificar sea como sea! Mientras oraba, a mi corazón subió el nombre de Ana! Recordé enseguida a Ana la mamá de Samuel y su oración de fe!! Cuando busqué el significado de Ana lo primero que apareció fué en inglés: «prayer» (me tuve que reir! Porque mira que hemos oradoocomo nunca en ésto). Luego fuí encontrando otros significados como, bendecida y llena de gracia. Y el nombre Victoria que significa vencedora, no lo podía sacar de mi corazón. No podía asociar Ana con otro nombre que no fuera Victoria! Así que mi segunda bendición se llamaría Ana Victoria, mi vencedora, la hija que traería devuelta la risa en mi.
Aun no termino mi aventura…
En mi cita de la semana 38 (un lunes), el Dr hace el chequeo de rutina. Y la bebé todavía de nalgas. Me dijo: «Tienes que venir este viernes en ayuna. Te chequeo y si la bebé aun no se ha virado te tengo que intervenir. Mi contestación: Queee??(se me nubló la mente, me asusté muchísimo) No Doctor, deme un break hasta la semana 40!!!» (Yo cumplia la 39 ese jueves y había leído que los bebés hasta en el ultimo momento se podían virar.) Él me dice que no se arriesga porque si rompía fuente el cordon podía salir primero y que todo se podía complicar… en serio esa fué su razón? Yo había leído de otros riesgos peores y ninguno habla del cordón. Le dije que no iba a ir el viernes. Me dijo pues te doy hasta el lunes. Acepté el lunes por eso de ser obediente y cortés, pero no podía aceptarlo. En éste momento mi fe se intensificó sobrenaturalmente como nunca antes. Ni con la situación de mi mamita había experimentado algo tan fuerte. «Dios, yo en todo momento voy a aceptar tu voluntad, pero quiero intentar lo último que en mi humanidad puedo hacer! La fe sin obra es muerta.Yo hago mi parte y Tú haces Tu parte! Sea lo que sea, yo la acepto Señor!!» Esas fueron mis palabras al salir de la oficina del doctor. No me estaba rindiendo, le entregué toda mi carga! Pero esta vez fué en serio. Ahora yo dependía de Él.
Cuando salí de esa oficina contacté a un quiropráctico. Había leído que ellos hacen la Técnica Webster en la cual estimulan el área del vientre y ayuda a que el bebé se virara. Estaban certificados y recurrí a ellos! Era lo último que iba a intentar!! Me dio cita para el lunes. Ese lunes en el que me iban a someter a la cesárea! Cabe señalar que yo me sentía físicamente bien. No estaba cansada, aun no había dilatado nada. Parecía que iba a dar a luz en la semana 42, pues no tenía síntomas de que estaba en mis últimas semanas. Llegó ese lunes y decidí ir a la cita del quiropráctico y no a la del ginecólogo. No fué una decisión fácil de tomar, pero aún tenía oportunidad de ir a mi cita en la semana. Ese jueves de esa semana cumplía mis 40 osea que estaba bien. Y si mi bebé no se viraba con el quiropráctico pues me sometía a lo que fuera. Pero no quería ni penar en eso!! En mi cabeza no cabía la palabra cesárea. Quiero recordar que mi fe y mi oración en todo momento era que mi bebé se virara. Comencé el lunes con el quiropráctico y me evaluaron. El Quiro estaba sorprendido de lo cómoda que esta Ana sentadita. Se podía palpar sobre mi vientre. No habia visto algo así jamás. Cuando me hicieron la prueba de las cargas en mi espina dorsal, el área de mi vientre que se suponía estuviera roja de tanta carga, estaba blanca. No habia ningun tipo de energía ahí porque Ana estaba super arriba. Lo que hizo fue estimularme el sacro para que la bebé sintiera energía allá abajo y la buscara, esperando que eso provocara que se virara. Salí de allí con muchas esperanzas. Desde que salí de allí la nena estaba bien activa y eso alimentaba mi fe de lo que tanto había esperado. Llame a la oficina del ginecólogo para sacar cita y me citaron para el jueves. Yo pense, perfecto de aquí al jueves la nena se vira. En la noche fuimos a la iglesia para la oración y allí oraron y le impartieron a Ana tan bello y tan poderoso que hasta la palabra profética se desato sobre ella. Algo me dijo que no íbamos a regresar…. Regresé a la terapia al siguiente día y se repitió el proceso. Esa noche del martes en mi intimidad con ella (en la ducha) le hablé tan fuerte. Le dije tantas cosas, entre ellas, que teníamos hasta esa noche, que por favor se virara ya, que no estaba sola, que yo estaba con ella, que el Señor Su Dios cuidaba de ella, que si había algo allá adentro que impedía que ella se virara que ya Dios lo quitó. Salí tan extenuada que me desplomé en la cama a llorar. Le decía a mi esposo que estaba frustrada y que tenía coraje. Que no podía creer que me iban a hacer cesárea, luché hasta el cansacio para que mi bebé tuviera su nacimiento respetado, no me negué a cosas por capricho, sólo lo hice porque tenía que luchar por mi bebé, porque si no lo hacía yo que era su mamá, ¿Quién lo iba a hacer? En fin, fue una noche agotadora!
Al siguiente día, miercoles 18 de abril, me despiertan unos dolorcitos como de menstruación. Llamé a mi doula y le consulté. Eran dolorcitos constantes pero manejables. Eran contracciones. Con todo y eso seguí haciendo mis cosas aqui en casa y atendiendo a Esteban como de costumbre. Llevaba las contracciones con una aplicación del celular. Notaba que eran bastante seguiditas pero yo estaba muy bien, aún no quería romperle la mano a mi esposo. Una amiga estaba en casa haciendome compañía, me estaba pintando las uñas de los pies. Yo estaba tan relax, sabíamos que no podíamos darnos ese lujo porque aun la bebé no estaba en posición. Me metí a bañar y noté unas partículas extrañas en el piso de la bañera. Ahí si me asusté, le dije a mi doula y me dijo que era el tapón mucoso. Que podía estar así días, yo estaba tan bien y me quedé tranquila. De momento, sentí un dolor tan fuerte en las caderas, era un quemazón horrible. Me tiré al piso de tan fuerte que fue. Ahí me vestí, me puse los mahones, y arrancamos para el hospital. De un momento para otro todo cambió, yo que me sentía tan bien. El quemazón era insoportable. Aún en la guagua de camino al hospital , le hablaba a Ana y le decía: «vírate Ana, vírate! » guardando siempre esa esperanza en mi corazón hasta el último momento. Si llegaba al hospital y ella no se viraba, la cesárea iba segura. Me decía: «Por lo menos hice todo lo que pude! Y aun así Dios no nos va a dejar en este momento. Pase lo que pase Su voluntad es perfecta!» Había un tapón horrible en la Degetau, estuvimos como 7 minutos, yo estaba gritando del dolor. De momento Mi espose se sale del tapón y busca un atajo y ni cuenta me di por donde cogió! Hasta el Sol de hoy no me acuerdo.
Lo único que quería era llegar y que bebé estuviera bien. Porque mi oración era que Ana se virara. Sentía que algo se me salía y no podía aguantarlo. Cuando ibamos entrando al hospital, literalmente sentí que la membrana del saco se me salió. Eso explotó de tal manera que yo lo pude escuchar. Ahí le avisé a mi esposo que algo se me había explotado. Gracias a Dios ya habíamos llegado! Mi esposo notó mi mahón mojado, ahí supo que rompí fuente. Se bajó en emergencias notificó que yo había roto fuente y enseguida vino un escolta en silla de ruedas y me llevó a admisiones de Sala de Emergencias. Yo con un dolor por todo el pasillo! Cuando llegamos lo único que se me ocurrió fue sacar mi wallet de la cartera y sacar mi ID y mi plan como para acelerar el proceso de admisión. Pero nadie me atendía. Mi esposo estaba afuera con el nene en lo que lo buscaban. Yo allí sola con el escolta y me ignoraban. De momento yo me decía: tengo que hacer algo. La nena se me va a salir. Y decidí gritar: » mi bebé viene de nalgas, mi bebé viene de nalgas!!!» en un segundo tenía un escuadrón a mi alrededor. La primera pregunta: ¿Cómo sabes que el bebé viene de nalgas? Yo: por un sonograma que me hizo el Dr! Segunda pregunta: ¿Pero cuantas semanas tienes? Yo: mañana cumplo las 40. ElDr: ¿Queeeee?!!!! Y no te citaron a la cesárea? Y yo: siii pero no fuí!!! (todo esto gritando!!!) Entonces todos empezaron a calmarme. Yo podía sentir el susto que tenía todo el personal. De los que me atendieron, ninguno, en sus años de experiencias en ese hospital, había atendido un parto «breech». Vuelvo y repito…Mi oración era que mi bebé se virara…pero Dios hizo su voluntad…
Se formó un corre y corre. Me metieron a un cuarto para chequearme. El Dr. de turno de ER me dice quítate el pantalón y trépate a esta camilla. (Si, yo sola sin ayuda y con la nena que se me salía!!!) Me ve y dice (en sus términos) «esto está full. Hay que subirla a sala de partos.» nuevamente me dicen pásate a la camilla! Tu puedes.» Me paso a la camilla que apareció, porque no habían disponibles. Cuando me estan sacando del cuartito para subirme a sala aparece una enfermera que es de Torre Fuerte (mi iglesia), quien trabaja en ER de Hima y que me vió por un cristal y arrancó para donde yo estaba. La enfermera se encontraba de vacaciones ese día. En la mañana siente que Dios le dice, levántate y ve a trabajar, fué mi angelito. Ella llegó donde mi y enseguida le dijeron: «Te necesitamos quedate aquí.» En ese momento me agarró la mano y cuando la vi sentí esta única paz, e lugar que ella tomó era el lugar que mami (qepd) tenía cuando di a luz a Esteban. Le dije, «ay que bueno que estas aquí» me dijo: «tranquila, vamos a adorar» De momento ella empieza: » Vamos a cantar, con la música del cielo vamos a cantar, alegres porque escuchas cuando cantamos para exaltar Tu nombre..» todo ese trayecto ella y yo adorando. Lo único que dije con lágrimas fue: Wow…¡¡¡Gracias Señor porque en este momento voy a ser testigo de la manifestación de tu poder!!!
Entramos a sala y me dicen, pásate a esta camilla. De nuevo,yo sola sin ayuda! Llega el Dr de turno de mi grupo de ginecólogos. El decía traiganme la bata! Hace 4 años no hago un parto «breech». A mi lado me pusieron a una doñita que me estaba ayudando con las respiraciones y me decía, no pujes. Yo le decía: «yo no estoy pujando, ella se me esta saliendo» Yo lo único que hacía con todo y dolor, era estar concentrada para que la nena no se me saliera. Pues la doñita me decía, respira conmigo… Entra el Dr, me pidió que no pujara, hizo una maniobra. Todo ésto está pasando dentro de un bullicio de enfermeros y doctores porque mi Dr había llamado a otros para que vieran su parto breech. Esa salita estaba llena de espectadores emocionados pero asustados. De momento el Dr. me pidió que pujara. Pujé su cabecita, su cuerpo casi se había salido solo, no sentí nada de dolor. En un segundo hubo un júbilo tremendo en ese cuarto. Todos celebrando y yo concentrada en el milagro que Dios hizo y de la manera que fue. Ese parto lo hizo Él! Escuchaba enfermeras decir que la bebé le había hecho honor a su nombre, porque lo que vieron allí fué una VICTORIA. A las 3:45pm mi esposo firmó la hoja de llegada y a las 3:50pm Ana Victoria nació. Parece una película de 2 horas y solo pasó en 5 minutos. Todos ese día sabían de mi parto. Hasta en el parking de emergencias lo hablaban. El parto de «nalgas» …
Ana pesó 5lbs con 8oz y midió 20pulgadas. Hasta el peso Dios hizo perfecto. La pediatra dijo que no tenía un peso de un bebé de término completo. Ana Victoria tuvo una llegada completamente natural y sin medicamentos. En un ambiente lleno júbilo y lleno de la prescencia de Dios. Él cumplió el anhelo de mi corazón pero como Él quería….
Denise, la enfermera, me contó como fué el proceso de el Dr. sacarme la bebé. Era bien importante para mi saber cada detalle! Ella dice que el Dr llegó y enseguida sacó sus dos piernas super rapidito. No pude evitar pensar en lo que el matrimonio le había dicho a Ana de que ella queria venir de pies. Wow! Ana no nació de nalguitas, nació de pie parada en la Roca. Yo quiero pensar y creo que fué así. No es en vano todo lo que se declara y se le añade a esos bebés cada lunes. La Palabra está siendo depositada en esta generación y desde YA está dando dando sus frutos. Tengo que testificar que cada lunes fué glorioso, no faltamos ni un día. Yo creo con todo mi corazón que mi hija tuvo experiencias con Dios desde mi vientre. Ella esta completamente separada para darle gloria a Dios con su vida. Y creo que Desde ya, Ana Victoria conoce cual es su propósito en el Reino!!
He adquirido mucho conocimiento a lo largo de esta jornada como mamá. La historia de esta jornada de Fe! Para mi fué una prueba enorme…mi fe alcanzó otra dimensión si es que así se le puede decir! Ana Victoria ya disfruta de sus 4 meses y tenemos una lactancia exitosa!
Esta historia me ha dejado sin palabras….con un taco en la garganta! Q hermosa victoria y ejemplo de q Dios siempre tiene el control. Felicidades
Gracias por tus palabras Michelle!
Hermoso, jamas olvidare tu historia. Dios tiene un proposito muy grande con tu familia. Dios los bendiga.
Woow!!! Cuan asombrosas son tus Maravillas, Jehová. Para ti no hay nada imposible. Tu voluntad es Perfecta!! Bendiciones para esta madre valiente que nunca perdiò su Fe y para toda su familia, que hoy disfruta de un Impactante Milagro!!!
Que hermoso!!! Definitivamente Dios estuvo presente en todo momento y dejo ver su grandeza en ustedes!!!
Wow quede sin palabras hasta en la historia como se lee se siente la presencia del Dios… Eres bendecida Dios las bendiga mil veces mas!
He quedado fascinada… no solo por la manera como has relatado la historia -parece que estaba viendo una pelicula en primera fila- sino por tu FE tan inquebrantable, y por la voluntad de Dios, y su manera de obrar con nosotros. Me alegro que le sirvamos a un Dios tan maravilloso, y que siempre, contesta oraciones. Amen, felicidades!
Esta historia esta hermosa y me provoco lagrimas en mis ojos porque mi hija nacio prematura y aun esta en el hospital, pero nacio igual que Ana Victoria de pies.Tus palabras, historia y FE, me han dado aliento. Historias como esta me dan esperanza para seguir luchando junto a mi hija por su recuperacion, ella es una guerrera y sera victoriosa.
Nuestras hijas sin guerreras! Que tu fe nunca mengüe! No desfallescas. Pronto estarás al otro lado. Muchas bendiciones para tu princesa.
Wow me vivi tu historia. El poder de la FE!
Wow!! esta historia si que me ha hecho llorar, Dios nunca nos desampara, nuestra Fe jamas puede flaquear por que el siempre tiene un plan perfecto, Que madre valiente que lucho por su bebe hasta ultimo momento, bello , me vivi esta hostoria como si lo estuviera viendo en una película, Felicidades!
Dios siempre esta ahí, nunca nos abandona. Esta es una prueba más de cuan grande es. Victoria y mamá me sacaron lagrimas de alegría al leer e imaginarme todo. Dios las bendiga mucho 🙂
LEYENDO TU HISTORIA SENTI LA PRESENCIA DE DIOS GRANDEMENTE SE ME PARARON LOS PELOS. DIOS TE SIGA BENDICIENDO TANTO A TI COMO A TU AMADA FAMILIA
Esta historia me impacto grandemente.El poder de la FE en accion.Lagrimas corren por mi rostro.Son hermosas las cosas que hace nuestro Dios.Bendecidas seas tu y tu casa.
Dios es bueno y lo q hace lo hace perfecto. Se me erizan los pelos al leer esta historia xq cuando muchos tal vez dudaron Dios lo hizo! Bendiciones!!!!! Son unas campeonas y guerreras del Señor!
Wow!!! Termine de leer esta historia con lágrimas en los ojos!!!! El plan de Dios siempre es perfecto!!!! Sólo hay que confiar y tu como mujer guerrera y de fé así lo hiciste! Eres una mujer admirable. Dios bendiga a tu familia.
Qué hermosa historia, yo le pido a Dios que en Marzo 2014 que me toca, mi pequeña venga de manera natural. Que sea la voluntad de Dios. Gracias por compartir esta experiencia, ha sido muy importante para mí.