Lo anhelado, soñado y arrebatado.

Por: Yarilís García

«…»ni muerta me hacen una cesárea» había repetido no solo en mi embarazo sino en muchos momentos de mi vida.»

Escrito en el verano del 2010…

Desde pequeña me ha apasionado el tema de los embarazos, en específico del parto. Crecí viendo videos de partos en hospitales, en centros de partos y en la casa. Desde que supe que tener un parto en casa era posible este fue mi sueño. Crecí, hice mi bachillerato y tome todos los requisitos para entrar a la Escuela de Medicina. Quería ser obstetra y ayudar a traer vidas al mundo. Para mi no hay trabajo más bonito y satisfactorio que ver una vida nacer. En agosto 2010 empezaría mis estudios en medicina.

En agosto del 2009 me matriculo para certificarme como Doula de parto. 2 meses después me entero que estoy embarazada. ¡Una vida se está formando dentro de mi! Buscando opciones para atender mi embarazo y tomando la certificación de doula conozco las parteras de Puerto Rico. Sin dudarlo y luego de dialogarlo con mi esposo la decisión estaba tomada. Queríamos un parto en casa atendido por una partera.

Soñaba cada día con ese momento, lo anhelaba. No solo quería conocer a mi bebé sino que quería traerlo al mundo de una forma natural, en donde pudiera hacer lo que mi cuerpo me dictara, seguir mis instintos y estar rodeada de mi familia. Estaba segura, estaba preparada física y emocionalmente.

En la madrugada del martes 18 de mayo me levantó la primera contracción a eso de las 3:00am. En todo el embarazo no me había dado ni una sola contracción… Ni braxton, ni nada. Caminaba por mi casa y dormía en el sofá cuando mi cuerpo no me lo impedía. Me entretenía llevando notas sobre mis contracciones. Aunque desde el principio duraban alrededor de 1 minuto de largo no tenían un patrón consistente. Eran de cada 3-15 minutos. En la mañana me puse en contacto con mi partera y con mi familia. Los mantenía al tanto del proceso y ellos estaban pendiente de mi.

A las 7:00pm de ese martes mi esposo y yo decidimos movernos a casa de mis padres ya que allí planificamos que nacería nuestro bebé. Caminaba y me recostaba o sentaba entre los dolores. No podía dormir y mucho menos acostarme en una cama ya que el dolor se incrementaba. Estaba feliz, ya se acercaba el momento. En la mañana del miércoles llega nuestra partera. Estoy en 4cms y las contracciones ya eran regulares de cada 5 minutos. En la última cita con mi ob/gyn estaba en 4cm y cuello borrado así que en ese primer día y medio de contracciones no hubo progreso en cuanto a dilatación.1

Caminé, bajé y subí escaleras, me duchaba, nadé en piscina, me metía al jacuzzi con agua caliente… Hacia todo lo que quería y así manejaba los continuos dolores. Dolores que para mi eran llevaderos, nada que yo no podía manejar porque tenía la libertad de moverme al ritmo que mi cuerpo me lo pedía. Si eran intensos y estaba agotada pero me sentía en control del proceso, tenía ganas de parir.

Cada vez era más tarde, no sentía que mi bebé fuera a nacer y comencé a impacientarme. En la noche ya estoy en 10cms, pero no siento nada… Solo las contracciones. Llevaba rato en 10cm y la partera me había enviado a bailar y hacer cuclillas entre contracciones. No sentía ningún tipo de presión del que me habían hablado, no sentía los famosos signos de estar en una transición… de hecho, sentía a Eliam bastante arriba en mi vientre.3
¿Porqué mi bebé no sale? Quise moverme al hospital, necesitaba a mi Doula, alguien que me animara a seguir esperando, a confiar en mi misma. Alguien que me dijera esas palabras que en casi cada parto yo repito: “todo lo que está ocurriendo es normal”, “ya falta menos tiempo”, “trata de descansar un rato”. Mi partera me vuelve a hacer un chequeo vaginal y me dice “estas en 10 cm pero en la contracción en vez de abrir más como que se cierra”. En ese momento deje de confiar en mi cuerpo y pensé que algo estaba pasando fuera de lugar, que algo estaba mal. Luego de hablar con Elías, mi esposo, y llorando le digo a mami que me quería ir al hospital y rápido empezamos los preparativos para movernos. Tan siquiera tenía maleta hecha… no lo proyectaba.
Hasta este momento, todo el día del miércoles el panorama fue: yo caminando por todos los rincones de la casa con Elías acompañándome en TODO momento. Mi papá viendo televisión, mi hermana en su cuarto, mi mamá cocinando, lavado la ropa de bebé y encargándose de los quehaceres. Era un ambiente cómodo pues nadie me mostraba ansiedad ni preocupaciones. Todos estaban para mi pero no encima de mi… todos esperando el momento del cual tanto habíamos hablado. Elías fue el hombre perfecto para mi en ese proceso, me apoyo en todo momento, me persiguió, me escuchó…
Me bañe, preparamos los bultos y a eso de la media noche llegue al hospital, en ese momento todo cambio.

El trato de las enfermeras uno impersonal. ¿Cómo que estas en 10cm y estas tan tranquila y hablando? Me decían. Tuve que quitarme mi ropa y ponerme una bata de enferma. Ya no podía estar como quisiera. Me confinaron a la camilla y me pusieron un suero (¿Para qué?, si me había estado hidratando súper bien por boca) y las correas de los monitores. Llevaba casi dos días de parto y estuve hidratándome y alimentándome en todo momento. Ya en la cama no podía manejar mis dolores, no me podía mover. Que fuerte sentía las contracciones!!! Eran las mismas que sentía antes, solo que ya no tenía dominio sobre ellas sino que el dolor me empezó a dominar a mi. Durante todas las horas anteriores que estuve de parto NO podía tocar la cama para acostarme aunque si quería descansar. Pero acostada no podía manejar adecuadamente las contracciones. En el hospital fui como cualquier otra embarazada, no peleé por mis derechos y por hacer las cosas de otra manera. Estaba cansada.

Al ratito llegó el doctor, me chequea y decidimos romper fuente para ver si eso ayudaba al descenso de Eliam. Me puso una dosis de demerol ya que así se lo pedí en ese momento. Ya no quería dolor, necesitaba un descanso. Esto a pesar de que toooodo mi embarazo había planificado tener un parto natural, libre de drogas. El demerol hacía que me adormeciera en las contracciones, pero el dolor lo sentía igual cuando me venía una. ¿Entonces cual era el punto de utilizar el demerol?

Ningún progreso… Mi bebé no descendía aunque se encontraba perfectamente bien. Conmigo se encontraba mi esposo y mi mamá, el resto de mi familia se encontraba afuera. La explicación del médico de lo que me ocurría fue que en las contracciones el cuello cerraba un poco y la cabeza de Eliam estaba de lado por lo que la cabza no ayudaba a que se abriera paso. Intentamos durante largas contracciones el pujo (obviamente dirigido) para ver si daba resultados.4

¡Ya no aguantaba más! En realidad si podía aguantar pero necesitaba moverme, necesitaba apoyo. Tras no haber ningún cambio y hablar con el médico sobre el panorama y las opciones opté por una cesárea. «ni muerta me hacen una cesárea» había repetido no solo en mi embarazo sino en muchos momentos de mi vida. Estaba embobada con el medicamento, no me podía concentrar (me quedaba «dormida»), solo sabía que quería a mi bebé y que lo quería YA! Él médico nunca me ajoro, me presiono, ni me menciono la palabra cesárea; de hecho, se mostró muy empático y me daba apoyo. Tras seguirle haciendo preguntas sobre lo que pasaba pensé que Eliam no saldría por mi vagina.

No sé porque razón a mi esposo no le permitieron entrar conmigo a la cesárea (supuestamente el anestesiólogo no lo permitía). No me podía defender, aun sabiendo que tenía el derecho de estar acompañada de quien yo deseara como lo dicta la ley 156.
Amaba este proceso, conocía sobre el mismo, había leído y estudiado. Oriente a muchas sobre sus derechos y opciones para el parto. Aun así mis derechos fueron violados. Ya no tenía control y así lo permití. En ese momento casi ni me importo que Elías no pudiera entrar (tristemente), solo quería que el anestesiólogo llegara al hospital y el dolor se desapareciera. ¿ Por qué seguir pasando dolor sin tener el resultado deseado?

A las 2:32 am sacaron a mi bebé de mi cuerpo, estaba sola y me tuvieron que despertar (tan pronto me pusieron la epidural me quede profundamente dormida, no tengo ningún recuerdo) para que lo mirara. Lo veía borroso y tristemente nadie lo vio nacer. Nació solo, en un ambiente hostil, en un cuarto frío y lleno de luz en donde inmediatamente le empezaron a hacer procedimientos de rutina en el momento que había soñado que estaría en mi pecho, en mi calor, conociéndonos el uno al otro.5

Ni hablar de lo que paso después y de que Eliam estuvo en NICU hasta que cumplió 10 días de nacido. Lo único que me sostenía era el deseo de verlo cuando me lo permitían y llevarle mi leche. Me sacaba leche como las locas y literalmente corría con mi cesárea para ser la primera en la puerta de entrada. No quería perder ni un solo segundo de los que lo podía ver. Tenerlo en mis brazos, olerlo, besarlo, cantarle…Me renovaba! Era inevitable que lagrimas rodaran por mis mejillas cada vez que lo tenía. No se supone que estuviéramos separados!!! Él me necesitaba, Yo lo necesitaba a él.

No he estado ni un solo día sin pensar como las cosas hubieran cambiado de haber esperado en casa de mis papás 1 día más… Unas horas más. Un momento precioso, maravilloso e irrepetible me fue robado y así yo dejé que pasara. Cada día sigo anhelando poder pasar por tan maravillosa experiencia, poder traer una vida al mundo, expulsarla de mi con delicadeza y recibirla con mis brazos… Con amor. ¡No permitas que nadie te robe tu momento!

15 pensamientos en “Lo anhelado, soñado y arrebatado.

  1. Ya lo lograstes, la paristes
    Ralmente hasta a mi me tomó por sorpresa el saber que habias sido cesarea, ahi me di cuenta que para ser una exelente doula solo hay que poner el corazón, tqm amiguita….

  2. Recuerda que en todo momento, DIOS esta en control, y sus planes son un misterio para nosotros… Te admiro! Y el futuro te deparo otra cosa… 🙂

  3. Hola leí tu blog y las lagrimas bajaron por mis mejillas. Me uno a ti pq a mi me paso igual. Tuve a mis niños sola en un ambiente hostil t sola. Donde nadie estuvo conmigo, nadie … Me uno a tu esfuerzo de no dejen q te roben tus derechos… ES un momento hermoso dnd bebé lo único q necesita es a mamá. Gracias por compartir tu historia

  4. Te pregunto Piensas que si hubieras esperado mas hubieras podido parir? ??o sería mucho riesgo…

    Luego que te fuistes al hospital la partera no estuvo mas contigo??

    • Al momento aun no había riesgo de esperar alguito más pero el hecho de esperar no hubiese significado que hubiera parido.

      La partera y yo nos mantuvimos en comunicación. Ella fue conmigo al hospital y se hubiera quedado de habérselo solicitado.

  5. Me invade el sentido de impotencia y las lágrimas se me asomaron a los ojos. No pude evitar identificarme con esta historia pues trabajo educando y asistiendo en el apoderamiento de la mujer embarazada y su parto. Una mujer fuerte, preparada, anhelando el momento, segura de lo que deseaba y aún asi tuvo que pasar por todos los procesos que esperaba no necesitar y poder evadir. Según su relato, Yarilis contaba con el poder necesario que le brindaba la educación, la convicción y la salud, siendo éstos elementos los componentes del escenario básico para un exitoso parto natural. Un parto largo (y monitoreado) no es una emergencia médica. Aunque desconocemos el cuadro completo de ese momento, ella no menciona que hubiera señales de «Fetal Distress» o cambios negativos en su salud que hicieran inminente practicarle de una cesárea. Si sabemos, que el cansancio físico lleva al agotamiento emocional y al desaliento en cualquier circunstancia que requiera trabajo intenso y persistencia en nuestras vidas. Pagamos altos costos de planes médicos, acudimos y confiamos en médicos educados para hacer intervenciones y pagamos servicios costosísimos a grandes instituciones hospitalarias, todo un alto precio en busca de la mejor y más segura experiencia. Mi punto? tenemos que reparar el eslabón roto. Una de las prácticas mas antiguas del ser humano es el apoyar a una mujer en el proceso de parto. Los seres humanos somos mamíferos pensantes y con unas grandes necesidades emocionales, aparte de las físicas. No podemos permitir que un momento tan intenso y trascendental en nuestras vidas, como lo es el nacimiento de un hijo, se convierta en la rutina y esté al control de un ajeno al cuadro emocional. Soy educadora certificada de parto natural y Doula. Una Doula en su propio proceso de parto necesita el poder del apoyo de otra Doula tanto como cualquier otra mujer. Ella no deja de estar vulnerable y necesitada de que otra, en su misma línea de pensamiento y conociendo sus deseos de parto, la apoye y estimule a lograrlo. Con solo saber que ella ha colaborado con el apoderamiento de otras mujeres me apena mas aún que ella no lo haya tenido. Tu experiencia me da mucho ánimo a continuar esta labor. Gracias por el valor de compartirla!

  6. Hola. Mi embarazo lo pase sin dolores, sin nada. Si a los 6 meses me dieron contracciones pero nada más. Cuando se acercaba la fecha de dar a luz, igual que tu, tenía la esperanza de parir. Un niño q traté por 5 años de tener. Tengo endometriosis. A las 39 semanas, mi bebé nada, no contracciones, nada. Mi médico me dijo vamos a esperar. En la proxima cita me dijo, te voy a hacer una placa para ver como esta el bebé. Yo pensé, radiación? Pero el sabrá.. En resumidas cuentas, yo era muy estrecha y la cabeza de mi bebé no bajaba de mi cinturón pelvico. Me dijo. Cesárea mañana. Lloré todo la noche y aun fuera de la sala de parto. Pasó una enfermera que amablemente me preguntó que me pasaba. Le conté q no podía parir porq mi bebé no cabía y me dijo sabes q si fuerzas a parir puede ser peor. Puede fracturarse su clavicula entre otras. Me dijo «tranquila». Me calmé. Al nacer mi hijo tenía medida de 13 cm y yo solo daba 9cm. Además venía con dos vueltas del cordón umbilical en el cuello. Dios sabe más que nosotros lo q necesitamos y aunque fue algo q yo no quería, fue lo mejor para mi hijo. Me uno a tu enojo pero quizá fue lo mejor.

    • Te hicieron una pelvimetría… Eso se hacía antes pero se considera ya un procedimiento obsoleto pues la
      Pelvis se ensancha con las hormonas que se liberan durante el proceso de parto. La
      Pelvis se agranda y la cabeza del bebé se comprime para adaptarse a las medidas de la mamá. Como tal no se puede saber si una mujer «da las medidas» hasta que este de parto activo. La mayoría las dan.

      Mi sentimiento nunca ha sido de enojo pues tuve un proceso muy bonito y yo fui tomando decisiones sobre mi cuerpo y mi bebé. Nadie me dijo lo que tenía que hacer. No era lo que deseábamos pero si lo que necesitamos atravesar en ese momento.

      Recientemente di a luz en mi casa a mi segunda bebé…. Ya el lunes les contaré mi nueva historia.

      Abrazos,
      Yarilís

  7. Wow, gracias por compartir tu historia. Me siento identificada con tu relato pq aunque no llegue a que me hicieran una cesarea, pude sentir ese cambio de lo acogedor que es dar a luz en tu casa y lo frio y metalico que puede ser un hopital! Tengo dos varones, el primero lo tuve en mi casa con una partera extraordinaria. Aunque yo era joven, tenia 20 años, para mi no habia otra opcion para dar a luz ya que yo misma habia nacido con una partera en Mexico en mi casa. Siempre habia pensado «jamas dare a luz en un hospital» mi primer parto fue uno muy intenso ya que al salir la cabeza, su cuerpo no queria salir. Tenia distocia, los hombros hechados hacia atras con el pecho abierto lo que lo hacia dificil salir por completo. Con mucho trabajo y muchisima ayuda de mi partera di a luz a un bebe de
    8 1/2 lbs. y de 21″ d largo. Pero me senti sumamente orgullosa de haberlo parido como habia planificado.
    En mi segundo embarazo 6 años despues tenia planificado lo mismo, pero en parte me sentia mas ansiosa y preocupada que en el primer embarazo. Tenia terror de ir a un hospital pq pensaba que inmediaamente me harian una cesarea (por el alto porcentaje de cesareas en PR). Cuando cumplo 39 semanas empiezo a manchar marron y rapidamente llamo a mi partera (la misma de mi primer embarazo). Ella me aconseja ir al medico que me habia visto durante el embarazo para tener con certeza lo que ella pensaba que era. Ella me explico que a veces los bebes evacuan dentro de la bolsa amniotica y si rompes un poco de fuente sale un liquido marron. El proble estaba eb que era algo peligroso para el bebe si este aspiraba el meconio que habia evacuado. Yo con toda confianza pues hago exactamente eso, voy a que el medico me de un chequeo. Como el Dr. Estaba en el hospital atendiendo partos me enviaron para el hospital para que el me viera alli. De repente estoy en la sala de espera y empiezan unas contracciones leves y me repetia a mi misma que pronto hibamos a salir dl hospital y estariamos en casa rapidamente. Esto no fue lo que sucedio. Estoy en la camilla, cuando la enfermera sin ninguna gentileza alguna me verifica y estaba en 4cm. Veo entonces como carias enfermeras empiezan un ritual muy bien practicado para ellas consiguiendo el suero, las agujas, los monitores, los cables, etc. Cuando veo todo eso estoy aterrada y pregunto. Para que es todo eso si yo me voy a mi casa luego que el Dr me vea. Ellas se rien y me dicen «mama ya tu estas de parto, ya no puedes salir» empeze a llorar mientras ellas me miraban con asombro y gran confusion. No fue hasta que mi partera me dijo tranquilamente que ella estaria conmigo pero que era para lo mejor si me quedaba en el hospital. Asi fue, pero dejame decir que las contracciones eran horribles!!!! Eataba practicamente atada a la cama y ni siquiera podia estar de lado pq los monitores se movian. Pase por muchisimo mas dolor que en mi primer parto, pero le hacia bastante caso al Dr. Y la partera ya que estaba muy preocupada por que no terminara en cesarea. Horas despes lo pude parir!!!! Y efectivamente el bebe habia evacuado pero no habia aspirado nada. Muyfeliz de que el dolor habia terminado pero ahora a la proxima batalla; que me entregaran mi bebe despues de llevarlo hacerle las miles de pruebas y limpiarlo, etc. Sin haberle dado formula ni nada, queria lactarlo exclusivamente.
    Luego de tener ambas experienvias y con planes de tener un tercer bebe, me aterra pensar terminar nuevamente en el hospital y peor aun con una cesarea pq asi como tu siempre he dicho que para que me hagan una cesarea me tengo que esar literalmente muriendo ja!!

  8. Leo todo y me acuerdo de mi segunda cesarea, q sabor amargo y sobre todo mi bebe entubada grave en NICU y como bien dices, yo me sacaba leche como las locas y corria para ser la primera en la puerta y ver a mi bebe.

  9. Entiendo mucho tu posición, en lo personal como médico deseo que mi futura esposa también quiera tener un parto en casa, es mucho mas cercano a la familia y al hogar, y es una experiencia mucho mas natural.

    Sobre tu caso, también debes de entender la parte de los médicos; sabemos que por estadística, las cosas tienden a salir bien por si solas, incluso tenemos un dicho que dice: «si el bebé va a salir, sale con el médico, sin el médico y a pesar del médico.», y algo a lo que los médicos le tememos es a las demandas. Supongamos, que no te conectaban el monitor fetal, y nadie se daba cuenta de las variaciones cardíacas de tu bebé, y tu debes saber que eso te puede llevar desde un sufrimiento fetal agudo, lo que nos podría condicionar la aspiración de meconio, por consiguiente que tu bebé requiriera reanimación neonatal, y que si se llega a recuperar no pasa de un síndrome de aspiración de meconio, pero no siempre podemos reanimar satisfactoriamente a todos los bebés, aunque también puede que se produzca un obito fetal que es igual de devastador; a lo que voy con todo esto, si nadie te pone el monitor fetal y tu bebé fallece, la culpa es del médico por no adelantarse a todas estas situaciones colocando un monitor fetal.

    En el área de labor de parto, y el área de urgencias, hubo varias ocasiones en que las señoras estaban deambulando normal, y afortunadamente siempre fueron lo suficientemente rápidos como para acostar a las señoras o mínimo atrapar al bebé; es por eso que los médicos son renuentes a la hora de permitir a las pacientes pararse de la cama, nadie quiere una demanda por un bebé que se golpea contra el piso, y nadie desea que eso suceda.

    Entiendo perfectamente tu situación y comparto tus deseos de tener a tus hijos en casa, pero en unos tiempos en que las demandas están al orden día, todos debemos ser precavidos, y espero no me tomen en mal sentido el siguiente comentario, pero desafortunadamente a la hora de las demandas siempre suena: «Se salvó gracias a Dios, Se murió por culpa del médico.»

    •  Gracias por su opinión geek médico. Usted ve la perspectiva del médico profesional y nosotras las de la mujer que está pariendo. Sería maravilloso que pudieran encontrarse las dos y tener hospitales en Puerto Rico amigables al parto gentil.

  10. Love it!!! Vivo tu experiencia nuevamente. Cada vez que leo uno pienso:»espero ayude a otras». Con el tuyo estoy segura que lo hara. Abrazos!

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