Por: Betzayda Vega Rivera

Foto: Frames Modern Photography
http://www.framespr.com
» Llegó el momento que todos esperaban y estando de rodillas sale la cabeza de mi niño, nadie se había percatado por la posición en que me encontraba hasta que yo lo dije. Se sentía la algarabía en mi hogar “ya está ahí, ya está ahí” se escuchaba en las voces de mis familiares.»
Esta es mi historia… Tras el parto de mi primera hija en un hospital, quedé traumatizada por el trato personal que recibí. Por otra parte, lo incómodo que puede ser traer a tu hija al mundo en unas condiciones donde no puedes ser libre en cuanto a movimiento físico y la falta de comprensión hacia el proceso por el cual está pasando una mujer. Verdaderamente, no fue lo que esperaba y no quería volver a tener esa experiencia en mi vida.
Al cabo de tres años quedo embarazada de mi segundo hijo. Sentimientos encontrados, no quería volver a pasar por lo mismo, pero a la misma vez tenía la emoción de ser madre nuevamente. En cuanto al proceso del parto yo sabía que la experiencia no sería la misma puesto que mis dos hermanas habían tenido la hermosa experiencia de un parto en el hogar. Además tenía la bendición de que mi hermana Gina Dacosta se había entrenado como partera y por ende atendería mi embarazo y parto. ¡Que dicha más grande la mia: su tía ayudaría a nacer a su sobrino!
Durante todo el embarazo me estuve preparando para tener una experiencia única para mí y mi familia. Debo confesar que por ocasiones sentía miedo de tener que visitar el hospital, pero confiaba en que Dios iba a estar de mi parte, porque quería tener a mi hijo de una forma humanizada y en la tranquilidad de mi hogar. Hice casi todas las cosas que quise antes del alumbramiento. Y esperé hasta que mi hijo decidiera nacer. De hecho me pasé de la fecha pronosticada, pero lo vi como que mi hijo todavía no está listo… él sabrá cuando nacer.
Llegó el día en que comenzaría mi trabajo de parto. Con toda honestidad me sentía como un día normal. Braxton Hicks que iban y venían como en días anteriores, para mí fue un día completamente tranquilo y aunque ya estaba en cinco centímetros no sentía que comenzaría mi labor de parto esa noche.
Esa noche del 31 de julio de 2012 a las 8:30 pm me dio un dolor que duró aproximadamente un minuto, pero fue más fuerte que los que había sentido durante el día. Pensé «ya no hay vuelta atrás mi hijo nace esta noche». Efectivamente, comenzó mi labor de parto. Llamé a la partera y le dije que ya estaban muy seguidas las contracciones, que debía venir a mi casa. Es irónico, solo debía cruzar la calle porque además de ser mi hermana es mi vecina.
De esa forma Gina comenzó a llamar a su compañera partera Michelle la cual la ayudaría durante el proceso. Además, llamó a la fotógrafa Heidy quien inmortalizaría tan preciado acontecimiento con sus preciosas fotografías. Estas fueron personas claves que formaron parte importante para mí en este proceso.
La casa estaba completamente preparada: velas por todas partes, la casa a media luz, la piscina en la sala de mi casa, flores, música amena e inciensos. Para mí todo estaba perfecto, como lo había deseado. En mi casa estaban las personas esenciales para que presenciaran la llegada de mi bebé. Mi otra hermana Gladys que viajó desde muy lejos me ayudó mucho en el proceso. Como toda una doula estuvo pendiente de todo, me brindó apoyo físico y emocional. Ella había parido sus últimos dos hijos en la casa, sabía muy bien de todo este hermoso proceso. Además, mi esposo y mi suegra sujetaron mis manos durante horas. Veía la angustia en el rostro de mi esposo, estaba preocupado, pero a la misma vez confiado en que todo saldría muy bien.
Hice el momento mío y no podía creer que lo que en mi primer parto fue miedo ese día se convertiría en tener el control de la situación. Avisé cada paso del proceso, fue difícil y aun así tuve la flexibilidad de moverme, ingerir bebidas y decidir como mi cuerpo se sentía más cómodo. El agua caliente ayudó a relajar mi cuerpo y hacer más fácil la salida de mi bebé. Llegó el momento que todos esperaban y estando de rodillas sale la cabeza de mi niño, nadie se había percatado por la posición en que me encontraba hasta que yo lo dije. Se sentía la algarabía en mi hogar “ya está ahí, ya está ahí” se escuchaba en las voces de mis familiares. Mi esposo Darwin me daba apoyo emocional y nunca me soltó la mano. Me cambié de posición para que fuese más fácil la salida del bebé. Él estuvo aproximadamente dos minutos bajo el agua antes de que saliera su cuerpo, en todo momento le estuve tocando su cabecita para que supiera que mamá estaba con él y que nos faltaba poco para que estuviera con nosotros. Finalmente en un pujo muy fuerte salió el cuerpo y fui yo quien lo recibió. Todo fue emoción y felicidad para quienes presenciaron tan hermoso momento. He aquí Sahil Alejandro Rosario Vega, un niño grande y saludable que capturó la atención de todos en ese momento, que fue único. Impresionante para quienes no habían vivido tal experiencia. Estando afuera el cordón umbilical estuvo latiendo por casi veinte minutos antes de que su papá lo cortara.
Me siento satisfecha y Dios me regaló la oportunidad de haber tenido un parto hermoso, humanizado, diferente y sobre todo muy especial. El 1 de agosto de 2012 a las 3:10 am nació mi niño. Todo salió muy bien, Sahil tomo rápidamente la tetita como el instinto del ser humano así lo permite. Fue un niño que pesó 8.2 oz. y midió 21 ½”, y el proceso de su revisión completa fue observado por los que estuvieron allí.

Foto: Frames Modern Photography
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Esta es una historia que quedará plasmada en quienes estuvieron durante ese momento. Cambia la perspectiva de muchos y principalmente me convence a mí de que las mujeres pueden tener una experiencia de partos hermosos. No cambiaría lo vivido porque realmente fue gratificante tanto para mí como para mi bebé. Agradezco a quienes estuvieron conmigo y que con su trabajo hicieron que esta fuera una experiencia inolvidable y sobre todo agradable y en paz. ¡Gina, Michelle y Heidy gracias por su hermosa labor! 🙂
Conoce la historia desde la perspectiva de la fotógrafa Heidy Norel, una de las fundadoras de HDP.
me encanto la historia todavía tengo el recuerdo vivido en mi memoria fue un parto único especial y conmovedor te felicito grandemente por tu labor de madre Dios te bendiga 100pre a ti y a tu familia…
Hermana mia, que bendicion la de nuestra familia! El nacimiento de Sahil estara grabado en mi corazon por siempre. Sabes, que para mi es un honor ser participe del milagro de la vida, pero cuando esa vida lleva mi sangre, es algo demasiado especial, dificil de explicar. Los amo!
Wow, es maravilloso… Casi lloro de la emoción, mi próximo hijo lo voy a planificar bien pq yo quiero un parto en casa 🙂
Estoy muy contenta por ti, tu niño está precioso Dios lo bendiga
bella historia me vivi el momento. tengo una pregunta con estos partos en casa luego de dar a luz les cocen el corte de perineo ?
Depediendo el grado del corte si es que ocurre alguno porque NO siempre ocurre. De hecho, hemos visto muchos partos en donde la mamá pare en posición vertical, puja cuando su cuerpo se lo indica y el perineo al finalizar está intacto.