Tras tu llegada, 13 años cargándote en mis brazos.

Por:
Loarina Ayala Guevara

«Catorce horas más tarde cuando pensé que ya estaba cerca fui al hospital y el médico me dijo que no había borrado cuello ni había dilatado nada, que me iba a poner pitocina, le dije que no y me fui. Tomé esa decisión no porque me hayan orientado de los terribles efectos de la pitocina, sino porque algo dentro de mí me decía que no lo hiciera.»

Sigue leyendo